¿De quién es la voz?

Historia de un Matrimonio (o Marriage Story en inglés, 2019), no es la historia de un matrimonio, aunque su nombre lleve a confusión, sino la de un divorcio. Dirigida por Noah Baumbach, cuya última película narraba también un divorcio inspirado en el caso real de sus padres (The Meyerowitz Stories), nos trae ahora la historia inspirada en el suyo propio. O no. Baumbach cuenta en una entrevista que no es necesariamente el suyo, y admite que hay elementos en esta película que quedaron fuera de la película del divorcio anterior. Confuso.

En cualquier caso, Baumbach es un director estupendo que hace maravillas. Recordad Frances Ha y si no la tenéis en vuestra lista añadidla, (que además es una película co-escrita con Greta Werwig, lo que le suma +10 puntos). Historia de un matrimonio tiene tuvo seis nominaciones a los Oscars, seis a los globos de Oro, cinco a los premios de la academia británica, y ganó mejor actriz de reparto en los Oscars y mejor Pelicula de Drama en los Globos de Oro.

Pero vamos al análisis. Aviso contiene spoilers.

Historia de un matrimonio, con sus cosas buenas y malas, es una gran película (de las malas ya se habla demasiado). Íntima, de estilo europeo (y ritmo), increíblemente bella, con un guión calculado al milímetro, y que te deja con ganas de reír y llorar al mismo tiempo. 

De un lado, Charlie, exitoso director de teatro de Nueva York. Del otro lado, Nicole, antigua actriz de Hollywood que lo dejó todo por él para venirse a Nueva York y actuar en sus obras. Tienen un niño pequeño, Henry, que parece ser el premio a repartir. Comenzamos en una consulta de mediación matrimonial, de esas que te hacen hacer una lista de cosas que te gustan del otro. Una lista que servirá de presentación de personajes (y de desenlace de la historia), en la que podemos ver un primer intento (¿fallido?) de neutralidad: Ella es fuerte y abre los tarros de cocina y eso a Charlie le parece muy sexy. Él sabe vestir elegantemente y caerle bien a todo el mundo, y además, es a él al que se le dan bien los niños. 

Corte a escena en su casa. Hablan del nuevo piloto de TV que ha aceptado Nicole en Los Angeles. Charlie le dice que no puede opinar sobre el guión porque no entiende de televisión (mientras ve la televisión). Nicole se va a llorar. Ya tenemos la presentación de personajes y la presentación del conflicto. ¿Fin del planteamiento? Aún no.

Nicole se va a LA con Henry a casa de su familia. Su hermana y su madre no entienden por qué se divorcia, todo el mundo ama a Charlie. Nicole tiene que rodar una escena de la serie de dudosa calidad en la que tiene que sujetar a un bebé incorrectamente y se queja, en una especie de meta diálogo, de que si la hacen parecer insensible desde el principio la historia no tendrá fuerza. 

Como meta respuesta, la siguiente escena: Nicole va a ver a una abogada, Nora, a la que le cuenta su historia, su versión del conflicto: Nicole lo dejó todo por él, y su carrera fue decayendo, mientras Charlie, el genio, iba progresando cada vez más, sin tenerla a ella en cuenta. Nicole se refugia en su hijo Henry, pero no es suficiente. Es infeliz, siente que no tiene voz propia, está desesperada con tener su propia vida, e incluso elegir sus propios muebles. Además, Charlie le ha puesto los cuernos con la becaria Mary Ann. ¡Bastardo!, responde Nora. 

Ahora sí, fin de la historia de Nicole, y fin del planteamiento. Ahora comienza la historia de verdad, la historia del divorcio, la historia de Charlie. Su sufrimiento, su lucha por no perder su familia, su hijo, su dinero, su dignidad. Obviamente es imposible. 

Los arcos de Nicole y de Charlie son opuestos. Ella crece, viene de un lugar en el que dice que si a todo y aprende a decir que no, y a tomar sus propias decisiones, aunque no sean correctas. Charlie decrece, se va haciendo cada vez más pequeño e invisible (no es casualidad de que su disfraz de Halloween sea el hombre invisible). Acompañamos a Charlie, el genio, mientras pierde el dinero de su beca McArthur en el juicio, acaba descuidando su obra de teatro por falta de tiempo, que fracasa, se ve forzado a alquilar un apartamento en LA,  apenas puede disfrutar del escaso tiempo con Henry, descubre que Nicole tiene un nuevo novio, y casi se desangra en la cocina (no podía faltar la típica escena del machito sufridor que se hace el duro mientras sangra a borbotones en el suelo y le dice a Henry “no es nada, solo estoy cansado”). Vemos a Charlie en su esfuerzo titánico contra el sistema. El sistema protege a las esposas abandonadas, le dice su abogado. 

Nora, la abogada de Nicole, interpretada por Laura Dern, hace el papel de villana de la historia. Una abogada sin escrúpulos, y claramente una parodia feminista, parece manipular a Nicole por la causa. Consigue lo que quiere, y no porque lo necesite, sólamente porque puede. Nora reconoce hacia el final de la película que aunque habían acordado mantener la custodia al 50/50, lo ha cambiado en el último momento a 55/45, solamente para que no pueda decir que ha ganado. Es curioso que sea por este papel el que haya conseguido el Oscar a mejor actriz de reparto. Laura Dern, como siempre, es una magnífica actriz, pero el personaje de Nora parece demasiado poca cosa (o simplemente demasiado) para Oscar. 

Hacia el final, Nicole y Charlie deciden hablar a solas. Llegamos así a la escena clímax de la película, una discusión en el salón de Charlie que ha poblado de memes Internet. Cuenta el director que esta escena, rodada en dos días cansó mucho a Adam y Scarlet, a causa de la intensidad emocional requerida. 

En la discusión, Nicole le dice a Charlie: me hacías infeliz, te liaste con Mary Ann, tú eres el villano aquí. Charlie le responde: No, tú estabas a gusto con tu vida hasta que un día decidiste lo contrario. Y añade la cita más importante de la película:

“Tú no quieres una voz propia, solo quieres quejarte de no tenerla”. 

La discusión escala hasta el momento violento de Charlie, en el que le pega el puñetazo a la pared y hace un agujero (que por cierto, el actor la tenía que romper de verdad y le tenían que traer hielo para los nudillos entre toma y toma, y alguien tenía que aspirar el polvo blanco del pladur que quedaba en el suelo). Escala la violencia y la frustración hasta que Charlie le grita a Nicole: “cada mañana deseo que hayas muerto. Ojala mañana tengas un accidente y mueras ” y se derrumba. Inexplicablemente, Nicole lo abraza después de esto.

Llegamos al desenlace, el juicio del divorcio acaba. Nora y Nicole se han hecho amigas. Charlie se ha mudado a L.A. y la serie de televisión de Nicole ha despegado y ella incluso ha recibido un premio, no por actuar sino por dirigir, ante la visible sorpresa de Charlie. 

Acaba la película en un momento en el que Charlie viene a recoger a Henry y, sorpresa, se encuentra con la carta en la que Nicole describía las cosas que le gustaban de Charlie y que no quiso leer en la escena inicial. Así descubrimos que el final de la carta leía: no dejaré nunca de quererle. Charlie se lleva al niño y se despide de Nicole, y ésta, en un último (y extraño) símbolo de que aún, después de todo, va a seguir cuidándolo:  se pone de rodillas y le ata los zapatos a Charlie. Una poderosa imagen final (¿que habría que haberse replanteado?).

Historia de un matrimonio es una película exquisita y maravillosamente narrada, con una única pero importante pega: Se nos presenta como un historia neutral en la que se pretende no tomar partido. Explicaba Baumbach en una entrevista que cree que ambos encuentran su propia voz. Sin embargo, el único problema es que Charlie, en realidad, siempre tuvo la voz.

Memes version #InyerCine

Link al análisis en el programa Desnudas:

https://youtu.be/2MqBwRZOEds